lunes, 18 de enero de 2010

Repsol y su responsabilidad con la biodiversidad


El aumento global de la demanda de energía hace que las actividades de búsqueda y extracción de los recursos energéticos se lleven a cabo en zonas cada vez más remotas y sensibles. Nuestra compañía es consciente de su papel en la conservación de la riqueza biológica del planeta. Es fundamental, por tanto, que nuestra estrategia complete la biodiversidad como un aspecto básico en la gestión de las operaciones

Repsol cuenta con responsabilidad social


Con el medio Ambiente




En cumplimiento de nuestros objetivos y líneas estratégicas, la protección y conservación del entorno continuarán siendo elementos claves del horizonte estratégico en todos los ámbitos de la actividad económica de la compañía. La prioridad en materia ambiental es disminuir los impactos negativos sobre el entorno, orientando las actuaciones hacia la minimización de las emisiones al aire, la optimización del consumo de agua, la reducción de la carga contaminante de los vertidos, la correcta gestión de los residuos y la mejora en los sistemas de prevención de derrames utilizando las mejores prácticas disponibles y la innovación tecnológica

Manabi asume responsabiolidad social

Se trata de establecer un sistema de gestión empresarial que tenga armonía con la parte económica, ambiental y social y que genere valor agregado.
El programa piloto fue asumido por Asiservy, La Fabril y Tecopesca, que anteanoche rindieron un exámen en estas áreas, dentro del programa de responsabilidad social empresarial dirigido por la Corporación de Servicios para el Desarrollo Empresarial (Corsede) y la Fundación Suiza de Cooperación para el Desarrollo Técnico (Swisscontac).

Las experiencias
Gustavo Nuñez, presidente de Asiservy, acompañado de su equipo de exposición, detalló el proceso de desarrollo aplicado en su industria.
Nuñez dijo que en el campo económico las utilidades de un empresa privada deben ser transparentadas en beneficio de la empresa y de sus colaboradores. "No hay que ejercer el doble discurso para evadir los impuestos", señaló.
En lo social, Asiservy desde sus 11 años de vida ha priorizado el aporte laboral y por eso hemos crecido. Estamos empezando un proyecto habitacional. y hemos abierto una escuela de fútbol para los hijos de los empleados y vecinos del entorno de nuestra fábrica, indicó.
En el marco ambiental-sanitario recalcó que se multiplican esfuerzos por mantener una calidad única; externamente cuidamos del habitat que nos rodea, agregó.

La Fabril
Igualmente Carlos González, gerente de La Fabril, dijo: "somos el símbolo de la nueva industria ecuatoriana, reconocida por sus altísimos niveles de calidad", sus ideas innovadoras, productivas, marcas líderes y su compromiso con la gestión sostenible que promueve el desarrollo de sus miembros, la comunidad, sus clientes y proveedores.
Señaló que en lo social han puesto énfasis en la capacitación de la red de trabajo de La Fabril. El aporte hacia la comunidad también es importante cada año, dijo.

Tecopesca
Ricardo Herrera, principal de Tecopesca, no se quedó atrás, resaltó las buenas relaciones laborales en esa industria. En lo social estamos haciendo las veces del Gobierno, sobre todo en salud. Nuestros stándares de calidad nos ubican en niveles altos en el mercado externo, dijo el ejecutivo.

CRITERIOS DE CALIDAD
Cielo Mendoza, gerente de Corsede, dijo que se trata de un programa piloto que tuvo eco en las empresas Tecopesca, Asiservi y La Fabril.
Nació de una iniciativa de Corsede y la fundación Swisscontact, que tiene una alianza estratégica que busca que grupos de empresas interesadas en servicios asumen la responsabilidad social.
Swisscontac cofinancia los programas con fondos no reembolsables, en este caso el 30 por ciento, el resto lo ponen las empresas. Corsede es facilitadora con un equipo técnico de avances.
La iniciativa nació hace 14 meses y el programa tiene una duración de 12 meses.
Como el programa tiene que ver con la comunidad, proveedores, clientes, se va haciendo una relación más abierta, se incorporan criterios de calidad, añadió.

Historia de la responsabilidad social

Algunos autores señalan el origen del movimiento por la RSC en la década de los treinta y otros en los setenta, pero lo cierto es que desde los años noventa este concepto ha ido cobrando fuerza y evolucionado constantemente, tras el advenimiento de la globalización, el aceleramiento de la actividad económica, la conciencia ecológica y el desarrollo de nuevas tecnologías.

Hay ciertos organismos de carácter internacional que se encargan de delimitar en lo posible el concepto teórico de la RSC, cuyas directrices sirven como orientación para las empresas que se deciden a transitar por este camino. Dentro de los más destacados se podría citar a los siguientes:

Global Compact (Pacto Mundial) de Naciones Unidas
Global Reporting Initiative (Iniciativa para la Rendición de Cuentas Global)
Además, existen otras entidades e iniciativas nacionales con una especialización en el tema de la RSC, que están contribuyendo de forma determinante a la creación y difusión de una cultura responsable entre las organizaciones que forman el tejido empresarial de cada país.

Como documento decisivo acerca de la RSC en Europa, destaca el llamado libro verde europeo sobre ésta.[6] El artículo 116,[7] de la ley francesa sobre nueva reglamentación económica del 2001, incluso impone la obligación jurídica a las empresas, de informar acerca de sus acciones de índole social. En Brasil, la coalición presidida por el izquierdista Luis Ignacio "Lula" Da Silva, en la que participan numerosos empresarios, ha promovido la RSC y existe un proyecto de Ley de Responsabilidad Social de octubre del 2003. Existen normas oficiales acerca de la RSC como la norma SA 8000 (Social Accountability Standard 8000) impulsada por el Council on Economic Priorities y aplicada por SAI,[8] así como la norma SGE 21 de Forética,[9] única norma en el mundo que certifica globalmente la RSC en todos sus ámbitos, EFR1000 de la Fundación + Familia que incide especialmente en lo que se denominaría "Ámbito Social Interno" de una organización, una nueva norma sobre conciliación laboral que está teniendo un fuerte crecimiento en todo el ámbito de habla hispana.

Según la ONG Accountability en un ranking de los 108 países cuyas empresas tienen un mayor grado de desarrollo de la Responsabilidad Social Empresarial, los líderes son Suecia, Dinamarca, Finlandia, Islandia, Reino Unido, Noruega y Nueva Zelanda.

responsabilidad social corporativa

La responsabilidad social corporativa (RSC), también llamada responsabilidad social empresarial (RSE), puede definirse como la contribución activa y voluntaria al mejoramiento social, económico y ambiental por parte de las empresas, generalmente con el objetivo de mejorar su situación competitiva y valorativa y su valor añadido. El sistema de evaluación de desempeño conjunto de la organización en estas áreas es conocido como el triple resultado.

La responsabilidad social corporativa va más allá del cumplimiento de las leyes y las normas, dando por supuesto su respeto y su estricto cumplimiento. En este sentido, la legislación laboral y las normativas relacionadas con el medio ambiente son el punto de partida con la responsabilidad ambiental. El cumplimiento de estas normativas básicas no se corresponde con la Responsabilidad Social, sino con las obligaciones que cualquier empresa debe cumplir simplemente por el hecho de realizar su actividad. Sería difícilmente comprensible que una empresa alegara actividades de RSE si no ha cumplido o no cumple con la legislación de referencia para su actividad.

Bajo este concepto de administración y de management se engloban un conjunto de prácticas, estrategias y sistemas de gestión empresariales que persiguen un nuevo equilibrio entre las dimensiones económica, social y ambiental. Los antecedentes de la RSE se remontan al siglo XIX en el marco del Cooperativismo y el Asociacionismo que buscaban conciliar eficacia empresarial con principios sociales de democracia, autoayuda, apoyo a la comunidad y justicia distributiva. Sus máximos exponentes en la actualidad son las empresas de Economía social, por definición Empresas Socialmente Responsables. (Tomas, 2003, red).

La responsabilidad social de la empresa (RSE) pretende buscar la excelencia en el seno de la empresa, atendiendo con especial atención a las personas y sus condiciones de trabajo, así como a la calidad de sus procesos productivos.

Para la Organización Internacional del Trabajo (OIT) la responsabilidad social de la empresa es el conjunto de acciones que toman en consideración las empresas para que sus actividades tengan repercusiones positivas sobre la sociedad y que afirman los principios y valores por los que se rigen, tanto en sus propios métodos y procesos internos como en su relación con los demás actores. La RSE es una iniciativa de carácter voluntario.[1]

Para el Centro Mexicano para la Filantropía (Cemefi) la Responsabilidad Social Empresarial es el compromiso consciente y congruente de cumplir integralmente con la finalidad de la empresa tanto en lo interno, como en lo externo, considerando las expectativas de todos sus participantes en lo económico, social o humano y ambiental, demostrando el respeto por los valores éticos, la gente, las comunidades y el medio ambiente y para la construcción del bien común.[2]

La gestión responsable de la empresa implica que esta actúe conciliando (punto de equilibrio) entre los intereses del negocio y las expectativas que de ella tiene la comunidad (particularmente sus grupos de interés -stakeholders-) (Cajiga,Felipe 2006 Cemefi/Miembro de AliaRSE y Forum Empresa)


Las principales responsabilidades éticas de la empresa con los trabajadores y la comunidad son:

Servir a la sociedad con productos útiles y en condiciones justas.
Crear riqueza de la manera más eficaz posible.
Respetar los derechos humanos con unas condiciones de trabajo dignas que favorezcan la seguridad y salud laboral y el desarrollo humano y profesional de los trabajadores.
Procurar la continuidad de la empresa y, si es posible, lograr un crecimiento razonable.
Respetar el medio ambiente evitando en lo posible cualquier tipo de contaminación minimizando la generación de residuos y racionalizando el uso de los recursos naturales y energéticos.
Cumplir con rigor las leyes, reglamentos, normas y costumbres, respetando los legítimos contratos y compromisos adquiridos.
Procurar la distribución equitativa de la riqueza generada.[3]